Contar con carisma, responsabilidad y compromiso es tan importante como lo es el desarrollo de una buena idea de negocio.
por Carolina León
Liderazgo, tolerancia al fracaso, confianza y compromiso son claves a la hora de emprender, casi tanto como una buena idea.
Por ello, para que un emprendedor tenga éxito en sus propósitos requiere desarrollar estas y otras habilidades blandas.
La comunicación, las presentaciones en público, el trabajo en equipo y la responsabilidad son otras características a cumplir, indispensables según los entendidos en el tema.
En el país hay diversas instituciones pro emprendimiento que incluyen en sus programas y talleres la realización de actividades para fortalecer este tipo de habilidades. “Hablar en público, por dar un ejemplo, es algo muy relevante en el emprendimiento. Es un ejercicio que debe manejarse, de ello depende el cómo vean mi producto y/o servicio”, explica Mary Montesinos, directora de la ONG Emprendedoras de Chile.
La experta detalla que para que una idea de negocio prospere “debe hacerla atractiva al momento de presentarla, de lo contrario, muy pocos se interesarán en ella”.
Otra entidad que mira con atención el desarrollo de este tipo de habilidades es Desafío Levantemos Chile, que a través de su área de emprendimiento realiza actividades para formar emprendedores capacitados y con un alto grado de confianza y compromiso con sus proyectos.
“En los talleres que realizamos, al comienzo los emprendedores demuestran un cierto grado de escepticismo y rechazo frente a las actividades que tienen por finalidad el trabajo de las habilidades blandas. Pero a medida que vamos trabajando van aprendiendo cosas que ellos nunca pensaron que les serían útiles”, cuenta Goran Ahumada, director del Desafío Emprendimiento de Desafío Levantemos Chile.
Un punto en el que ambos especialistas convergen, y en el que aún hay tareas pendientes, es la tolerancia al fracaso.
“Ser emprendedor consiste básicamente en ser capaz de vencer constantemente una serie de obstáculos, porque no es sencillo. Pero las personas le tienen temor a esta parte, es necesario que aprendan que de los errores se puede aprender”, asegura Montesinos.
“Hoy existe un poco más de conciencia de que el fracaso también es una forma de aprendizaje (...), pero es necesario hacer un cambio cultural en el país, porque aún hay una cultura del mínimo esfuerzo”, finaliza Goran Ahumada.